Entrevista a Marcelo Martínez, autor de «El café de las mariposas y otras historias fantásticas»

El café de las mariposas de Marcelo Martínez

¡Bienvenido, Marcelo! Muchas gracias por estar hoy con nosotros. En esta charla nos adentramos en El café de las mariposas y otras historias fantásticas (editorial Tregolam), una antología de seis relatos de realismo mágico que orbitan alrededor del amor con un tono emotivo y humorístico.

Marcelo, vamos a abrir directamente la puerta de ese café lleno de mariposas y aromas a lavanda y café intenso. ¿En qué momento supiste que este libro no debía ser solo un relato, sino seis historias que dialogan entre sí?

Es una pregunta difícil. Fue un poco de casualidad, creo yo… aunque una casualidad impulsada por algo no tan casual.

Todo comenzó escribiendo el relato de «El café de las mariposas» en honor a mi amiga Leticia y en todo lo que aprendí de su lucha contra el cáncer. Luego me dije: «¿Por qué no honrar a otras personas también?». Y así surgieron «Nueces» y «Un beso en la frente», que honran a mi amigo-hermano y a su familia y a mi madre y a mi abuelo, respectivamente. Entonces me di cuenta de que las tres historias tenían algo en común: el amor desde una perspectiva muy reflexiva e intensa.

Lo que siguió fue fácil: tres historias más que había olvidado que, sin querer, estaban escritas para este momento. Y ahora cada persona que los lee me cuenta sobre sus historias de amor profundo. Generé una conexión diferente con el público, descubriendo además que podía escribir más que solo terror.

Empezaste escribiendo horror inspirado por Poe, Lovecraft, King o Blatty y hasta completaste una trilogía a los veintitrés años. ¿Qué te ha empujado ahora hacia el realismo mágico y el absurdo? ¿Hay algún elemento de tu «escuela del miedo» que se haya colado en estas nuevas piezas?

Simplemente necesitaba un cambio. Quería experimentar cosas nuevas y así fue. Cosas que surgían de charlas con amigos donde nacían conversaciones de situaciones hipotéticas muy locas y divertidas como «Imagínate si esta persona de repente se convirtiera en un conejo, ¿qué haría en x situación?». Esto me hizo reflexionar sobre una frase que leí de Stephen King: no todas las situaciones necesitan un por qué, sino que solo suceden porque así tienen que suceder y hay que lidiar con ello. Eso es lo que he aplicado en mis relatos de la escuela del miedo que dices; muchas cosas ocurren por el sencillo hecho de que es así. ¿Para qué rompernos la cabeza en buscarle explicaciones? Y otra de las cosas ha sido la descripción detallada de las emociones y sensaciones de los personajes, desde el aspecto tanto psicológico como fisiológico y metafísico.

La obra propone un «menú de cuentos» donde el lector elige mesa y vista. ¿Cómo ordenaste la secuencia de relatos para modular emociones (risa, nudo en la garganta, júbilo) y conseguir ese crescendo que promete poner la «piel de gallina»?

El primer relato es el que da título a la antología y, en mi opinión, es el más potente de todos, ya que busca abrir el camino a entregarse o no a la sorpresa y a la magia de la sensibilidad.

El mensaje principal de la antología es el amor: el amor en diferentes formas, desde el amor propio al amor por el otro, al amor desde el recuerdo y la nostalgia, al amor a la vida, a la muerte… Es entender cómo el amor transforma.

Los relatos están dispuestos de manera tal que comienzan con elementos de reflexión y van in crescendo por la nostalgia hasta alcanzar la alegría y culminar con risas y carcajadas. Es un camino que comienza en un cambio interno y culmina expresándose a viva voz hacia el exterior en el último relato.

Como hemos comentado, El café de las mariposas está compuesto de seis relatos. ¿Te atreverías a confesar cuál es tu favorito?

Sin duda, mi favorito es «El café de las mariposas», el relato que da título al libro y ha marcado un hito en mi historia como escritor.

¿Y cuál crees que va a sorprender más a los lectores?

Por lo que me vienen contando los lectores, el conjunto de los seis cuentos es lo que genera una experiencia emocional completa.

En la obra el duelo no desaparece: se reconfigura. ¿Qué decisiones narrativas tomaste para mostrar ese arco (de la herida a la reconstrucción de la autoestima y al renacimiento)? ¿Te resultó complicado escribir sobre este tema?

Mi método como escritor es básicamente dejarme llevar por lo que mis personajes quieren contar. Esto es porque de repente el personaje dice algo en un diálogo o hace algo que en ese momento se me ocurrió (aunque yo siempre digo que se le ocurrió al mismo personaje) y me desvía la historia y la idea hacia donde ellos quieren ir. A veces lo organizo, sí, pero sin muchos detalles: planteo una idea básica, un concepto y lo investigo desde diferentes puntos de vista de autores para no hablar desde una posición única. También hablo de los temas con amigos para entender qué piensan —porque creo que tenemos que entender no solamente qué piensan los profesionales— y con personas que realmente están transitando por tales situaciones para no quedarme con la teoría y bajar al terreno de lo real. Con este método, todas las temáticas fluyen.

«Problemas para morir» conversa con la muerte desde el humor negro, mientras que «Un beso en la frente» la bordea con ternura y consentimiento. ¿Dónde trazas la línea ética entre irreverencia y compasión?

Los personajes. Son los mismos personajes los que trazan esas líneas. «Un beso en la frente» es una expresión muy delicada de la relación de mi mamá con mi abuelo y la lucha de ambos contra el alzhéimer de mi abuelo, quien en paz descanse. «Problemas para morir» es reírse un poco de la idea de la religión, la muerte, las tantas hipótesis en medio y lo que creemos desconocido que, al fin y al cabo, termina no siéndolo tanto cuando nos dicen finalmente: «¡Que en paz descanse!». Son relatos que hablan de la muerte con contrastes diferentes, pero ambos expresan la palabra vida en vez de muerte si lo analizas en detalle.

¿Qué conversación te gustaría que estos relatos abran con tus lectores después de cerrar el libro?

La conversación que me gustaría que estos relatos abran sería si realmente habría que preocuparse más por la muerte que por la vida y qué cosas deberíamos hacer bien para poder seguir viviendo sin estar físicamente presentes.

Viviste en Buenos Aires, San Vicente, Bolonia, Praga y Barcelona. ¿Qué huellas concretas dejaron esas geografías en «Nueces» u «Omelette»? ¿Hay alguna pauta o alguna escena que te haya dictado seguir ciertas decisiones narrativas?

Sí y no. En cuanto a «pautas» como elemento decisivo de la evolución del relato, no. Sin embargo, tanto «Nueces» como «Omelette» tienen escenas descriptivas muy gráficas y elementos que hacen referencia a Praga (o bien República Checa) y San Vicente. «Nueces» está ambientado en la casa de mi amigo en Beroun y el gigantesco nogal de su patio frontal, mientras que «Omelette» lo está en mi casa de campo de San Vicente, así como el F100 rojo de mi padre y el negocio que vendía granos en el pueblo.

Muchos lectores de relatos buscan «un golpe memorable». ¿Qué criterios te pones para que cada relato tenga una escena que no se olvida?

Dejarse llevar por la historia. Para mí, el criterio principal es que se retome un punto específico que se una con algo del principio del relato —una idea, un concepto, una escena que parecía insulsa y que asemejaba estar allí sin mucho más que hacer— o bien con un punto de quiebre de la característica de algún personaje o del nudo en sí.

¿Y cómo decides el punto exacto de cierre?

El punto de cierre es claramente cuando ya no queda nada más para contar; es decir, ya has unido todos los cabos sueltos. Es cuando como escritor respiras profundamente y sientes que está todo dicho y hecho y que es hora de crear nuevos personajes, nuevas historias, nuevos caminos…

Si el café del que hablas fuera una puerta de entrada a tu universo, ¿qué te gustaría que el lector hiciera al cruzarla (además de pedir otro café)? ¿En qué proyectos estás ahora?

Pues me gustaría que el lector disfrutara de este universo tan particular y mágico. Actualmente no puedo contar mucho de mi siguiente proyecto, pero puedo decir que está basado mucho en mis viajes y en canciones que me inspiran y que voy conectando con las ciudades que visito. Va a hablar mucho del arte y de los artistas.

Para terminar, ¿hay alguna cuestión que te gustaría compartir con tus lectores que no hayamos abordado?

Sí, en primer lugar, que adquieran el libro y lo disfruten. En segundo lugar, me gustaría contarles que tengo la idea de comenzar un podcast para escritores y lectores en noviembre de este año, al que están todos invitados a participar. Pueden seguirme en Instagram @marcemartinezescritor y estar al tanto de las novedades, así como contactarme para saber más detalles de este proyecto y contarme sus sensaciones y vivencias. ¡Muchas gracias desde ya por esta entrevista!

Marcelo, de nuevo, muchas gracias a ti por abrirnos las puertas de tu café literario y por esta conversación. Te deseamos muchísima suerte con el libro. Ojalá estas páginas encuentren muchos lectores dispuestos a reír, conmoverse y salir con más color que al entrar.

El café de las mariposas y otras historias fantásticas ya está disponible en librerías y puntos de venta online.


  • Nombre: Marcelo Martínez
  • Obras: El café de las mariposas y otras historias fantásticas
  • Género: cuentos y relatos
  • Sinopsis: Entrelazado en el mundo fantástico, El café de las mariposas… es el hogar de seis cálidas historias que recorren diversas aristas del amor y te permitirán explorarlo de tal manera que te harán reír, llorar, o bien despertar ese cosquilleo que a veces nos reprimimos y no disfrutamos. El café de las mariposas… desvelará en ti un emocionante escalofrío. ¡No te preocupes! Será de los bonitos, de esos que te ponen la piel de gallina de alegría, de conmoción, de gozo, de júbilo, de esos que aparecen cuando se desata el nudo en tu garganta, de armonía, que te dan color y brindan luz. Cada relato será inolvidable, tal como esas tardes de café entre amigos. Te tomarán de la mano y te invitarán a que los acompañes, a que seas parte. Sólo es momento de entrar al café… Escoge una mesa, la que más te guste —al lado de la ventana, quizás—, todas tienen buena vista. El mozo tiene ya el menú de cuentos preparado para ti.
  • Biografía: Marcelo Martínez es un escritor y emprendedor nacido en Buenos Aires el 3 de julio de 1990, específicamente en la ciudad de Burzaco. Años después, se mudó con su familia al campo, en San Vicente. Se formó como nadador y estudió Actividad Física y Deporte en la Universidad Nacional de Avellaneda, y tuvo el honor de ser coordinador en los Juegos Olímpicos de la Juventud.Vivió en Bolonia y Praga, y actualmente reside en Barcelona. Sus inicios en la literatura se remontan a una edad muy temprana, cuando comenzó a componer relatos de horror. Inspirado por autores como Poe, Lovecraft, King y Blatty, a los diez años empezó a escribir su primera novela, una trilogía de terror que culminó a los veintitrés.Hoy en día, se encuentra explorando otros géneros, como el realismo mágico y el absurdo, como la antología El café de las mariposas, publicada con la editorial Tregolam. Además, es el creador y coordinador del pódcast La Cofradía de las Historias.
  • Redes sociales: Instagram

El café de las mariposas de Marcelo Martínez

Disponible en: Amazon

 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio