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Entrevista a Karina Miñano, autora de «Remolino de sueños»

¡Bienvenida, Karina! Muchas gracias por atendernos para hablar de tu novela Remolino de sueños. Una preciosa, pero cruda, historia cuya protagonista regresa a sus orígenes para luchar por la igualdad de las niñas y de las mujeres afganas que se encuentran refugiadas en un campamento pakistaní. Esta es tu primera incursión en el mundo de la ficción, ¿de dónde surge la idea para la novela?

La idea surgió durante un máster de Creación Literaria que seguí en el 2018. Sin embargo, creo que la novela empezó a desarrollarse realmente cuando me mudé a vivir a Europa en el 2004. Una de las primeras cosas que noté al llegar a vivir a Holanda fue la constante presencia musulmana, de la cual sabía muy poco. Además, estaba rodeada de prejuicios creados después del ataque a las Torres Gemelas. Vi de cerca la discriminación hacia los musulmanes y me sentí muy incomoda.

Llegó un momento en el que decidí despojarme de los estereotipos y del miedo social. Así que empecé a observar más, a entender las definiciones de «musulmán», «islam», «islamita» y a conversar sobre el tema cuanto me fuera posible. Me interesé tanto por la situación de las mujeres en países donde se les trata como si fueran inferiores.

Pasaron los años y cuanto más conocía y sabía sobre ellas, más crecía mi aprecio y gratitud por la libertad con la que vivo. Fue entonces cuando, cursando el máster, nos dijeron que debíamos entregar una propuesta de novela como TFM. Yo ni siquiera contemplé la idea de escribir Remolino de sueños, pero en uno de los cursos llamado Creación de personajes debía crear una escena y perfilar a un personaje, y me inspiré en una doctora afgana que se enfrentó al Talibán para llevar educación a las niñas de su país.  Al recordarla y al escribir una escena ficticia con el mismo objetivo, me di cuenta de que la historia ya estaba en mi corazón y que gritaba por salir y publicar un libro.

 

La novela se sitúa en Munda, un campamento en suelo pakistaní en el que se encuentran refugiados niños a los que Latifah, una médica con mentalidad occidental desea poder otorgarles una educación. A pesar de ser ficción, esta situación no dista mucho de la que podemos encontrar en la realidad. ¿Crees que es necesario incluir y reflejar esta verdad actual en los libros o en otro tipo de medios como los audiovisuales? ¿Por qué?

Es una buena pregunta y la agradezco porque sí creo que es necesario contar la iniciativa de los muchos individuos y de las pocas organizaciones que se movilizan para proveer de educación a los menos favorecidos y que, a pesar de estas iniciativas, muchas de ellas de manera aislada, no son suficientes. La educación de los niños y de las niñas es un derecho por igual. Todos tenemos la obligación de procurarla.

Creo que si se hablara más sobre la deficiencia educativa, ya sea en libros, música, videos u otra forma, la concientización crecería y la situación se haría más visible. Hay mucha gente que no sabe que la educación no llega a todos lados.

 

La novela presenta una ambientación muy realista, con datos muy detallados sobre la comida, las expresiones, y, en definitiva, sobre la cultura musulmana, por lo que ha sido muy sencillo sumergirse por completo en la historia. ¿Has tenido que documentarte mucho para conseguir recrear este entorno tan verídico?

Como mencioné antes, empecé mi viaje educativo desde el primer momento en que me mudé a vivir a este lado del mundo. Son más de diecisiete años leyendo, observando, y documentándome sobre la manera de pensar de los musulmanes y de las diferentes ramas del islam, y todavía creo que no lo sé todo. Me falta, por ejemplo, tener una buena amiga o amigo musulmán que me deje entrar a su corazón. He conversado con muchos, pero no he llegado todavía a un grado profundo de amistad que me permita corroborar todo lo que sé. He leído y escuchado testimonios, noticias, criticas, libros, documentos audiovisuales, etc.

Hay cosas que me gustan y muchas otras que no comparto, pero que respeto. Una cosa importante es que cada país con musulmanes tiene costumbres diferentes y en cada pueblo, etnia o rama religiosa también hay diferencias, lo que hace muy complicado poner a todos dentro de un mismo recuadro.  Recordemos que no todos los musulmanes son árabes y que muchos de ellos viven el islam con costumbres distintas.

 

Además, el tema religioso está muy presente en toda la obra, y se nos muestran las principales ramas del islam, como el chiismo o islam chií o el sunismo. ¿De dónde surge este interés por los fundamentos de esta teología?

El islam es la religión de los musulmanes, y conocerlos significa también conocer lo que les motiva a vivir todos los días. Yo vivía confundida por todos los términos, y siendo sincera no puedo recordar el nombre de todas las ramas religiosas del islam.

Pensaba de forma errónea que todos los árabes eran musulmanes, ahora sé que no es así; hay árabes cristianos, por ejemplo. Me maravillaba e intrigaba ver que el arte islámico está presente en muchos países como India y España, como la Alhambra de Granada, uno de los monumentos más representativos. El islam y sus ramas no podían estar alejados de mi libro. Remolino de sueños muestra, de cierta forma, la diversidad de los refugiados, una diversidad que muchas veces los ha separado a través de guerras internas por el poder, pero que en los campamentos esas diferencias se hacen más tolerables, menos notorias, pues todos viven en una situación de abandono, de incertidumbre y de pobreza.

 

Como mencionábamos al principio, Latifah, la protagonista, ha vivido en el mundo occidental el tiempo suficiente como adoptar su ideología y costumbres, y cuando decide regresar a sus raíces se encuentra con un conflicto personal, dividida entre el pensamiento de occidente y de oriente. ¿Crees que este enfrentamiento personal está vigente en todas aquellas personas que conviven en dos culturas diferentes?

Estoy segura de que es algo que nos pasa a todos los que emigramos. Cuando regresamos a nuestros países y a nuestra cultura, nos damos cuenta de que nuestra manera de ver la vida ha sido influenciada por la adquisición y adaptación del nuevo entorno. Paul Scheffer, periodista holandés, dijo en su libro Het land van aankomst (el país de origen) que durante los primeros cinco años el emigrante compara, generalmente de forma inconsciente, lo que le rodea con las cosas de su propio país.

Es parte de la adaptación, y cuando se refiere a su casa, se refiere a la del país de origen. Luego vienen unos años en los que el emigrante se pregunta dónde está su casa. Porque ya no se siente de allá, pero tampoco de aquí. Y puedo decirte con seguridad que eso me ha pasado casi al pie de la letra. Los que escapan de guerras y del maltrato, la mayoría mujeres con niños, se encuentran de cara con una realidad muy diferente a la suya, en la que no saben cómo actuar, y por instinto recurren a lo que conocen. El proceso de adaptación es siempre difícil, sobre todo cuando la nueva cultura y sociedad te da libertades que no conocías en la tuya.

Pero cuando te educas dentro de una cultura diferente, no puedes evitar hacer comparaciones. Es entonces cuando sabes que una vida distinta es posible, no necesariamente mejor, eso dependerá de las experiencias de cada uno. Regresar a tu país de origen es pues una decisión a veces difícil, sobre todo si sabes que tu forma de vida ya no se ajusta a la de tus raíces. Reconectarse, reencontrarse, y hacer concesiones entran en juego en ese proceso de readaptación donde la paciencia y tolerancia son elementos importantes.

 

Ligada a la pregunta anterior, Latifah también sufre impotencia al ver cómo se denigran los derechos y la educación de las mujeres. ¿Crees que estas bases vienen preestablecidas por la ideología social en la que nos eduquemos o son producto de ciertas religiones?

Aunque no soy una experta en este tema, yo diría que es una combinación de ambos. Que la mujer haya alcanzado derechos fundamentales de educación en países occidentales ha costado grandes batallas, y ello ha tenido que ver con una constante exposición de la injusticia y falta de equidad.  Y, sin embargo, no creo que podamos decir que todas nuestras niñas y mujeres acceden a la educación. Pensemos, por ejemplo, en los niños y en las niñas venezolanas refugiadas en varios países latinoamericanos. ¿Quién les asegura su inclusión en la educación en los países donde viven? Sobre todo, si están en condición de ilegales.

Los pequeños en situación de riesgo son siempre los más olvidados. Por otro lado, en sociedades donde se aplica con extremo la ley islámica o sharía, el código de conducta civil y moral, la posición de la mujer en la sociedad, su educación y desarrollo individual están muy alejados de la realidad occidental. Y los castigos a las mujeres (y hombres) que incumplen esas leyes pueden ser consideradas como crímenes de lesa humanidad. Hay varios países que no han adoptado la sharía en su totalidad, como Pakistán, Egipto, Jordania o el Líbano, y donde la mujer, según las leyes, tiene acceso a la educación, pero en la práctica no se llega a educar a todas por igual y hay miles de razones (familiares y sociales) por las cuales las niñas simplemente no acceden a la educación.  Es un tema muy complejo.

 

Con relación a esto, ¿qué opinas de lo que está ocurriendo actualmente en Afganistán con la toma del poder por parte de los Talibanes? ¿Crees que su gobierno va a ser distinto a la vez anterior, o existe el peligro de una denigración de los derechos humanos encubierta?

Lo que está pasando es terrible. La idea de gobierno que tiene ese grupo suprime libertades y derechos que nos son innatos. Me duele mucho escuchar en las noticias que los afganos han empezado a escapar, sobre todo mujeres con niños. Temo que la historia se repita. Muchas mujeres que lograron sobrevivir y escapar la primera vez que el Talibán ocupó el país pueden dar testimonio de los horrorosos sucesos que vivieron.

Escoger el estatus de refugiadas, que, si bien les permite continuar con vida, también les genera incertidumbre y mucho miedo al futuro y a los extraños. Es entonces cuando pienso que se deben reforzar las condiciones para que los refugiados accedan a la instrucción y educación y combatan con sabiduría desde sus trincheras por la libertad de su país. Es muy fácil decirlo, lo sé. La situación allí supera la ficción y las buenas iniciativas, pero se debe comenzar de alguna forma y creo que hay una responsabilidad social muy grande de todos nosotros. Ser empáticos, ayudar cuando es posible.

La educación y la libertad de decidir es un derecho primordial. No me cansaré de repetirlo.

 

Uno de los personajes que más relevancia tiene en Remolino de sueños es Sumaya, una niña cuya historia conmueve por las horribles experiencias que vivió. Esto refleja la realidad de muchas niñas que se han visto envueltas en una vida de miseria e incertidumbre de la que no saben si podrán escapar. ¿Qué medidas crees que habría que tomar para cambiar esta situación de estas niñas?

Pues comencemos por respetar los derechos ya estipulados. La educación y la buena educación es un derecho que debería ser garantizado legalmente por todos los países del mundo sin excepción. Reconocer y fomentar que la educación formal provee de herramientas que hacen posible el desarrollo individual y colectivo.

Los que tuvimos la suerte de contar con educación formal sabemos lo que significa, sabemos qué aportamos a la sociedad y a su desarrollo, pero sobre todo conocemos las libertades que la buena educación nos da. Creo que cada persona que logra hacerse de una educación formal e instrucción debería ser un embajador que abogue para que esta llegue a todos sin excepción.

Y, en especial, creo que es un deber muy grande para el que emigra, sobre todo de aquellos refugiados que logran salir de los campamentos y encuentran los caminos para una vida mejor y en paz.

 

En la novela encontramos diversos temas, como la libertad, la educación, la lucha por la igualdad, etc., pero también destaca el amor, en el que la cultura y las tradiciones juegan un papel importante, como, por ejemplo, el matrimonio convenido por los padres. Esto desencadena en uno de los personajes una lucha interna entre lo que desea y lo que se espera de él. ¿Por qué decidiste introducir ese conflicto en la trama? ¿Piensas que todos los padres suelen ejercer su influencia y no toman la opinión de sus hijos cuando del matrimonio se trata?

No podía dejarlo de lado. Es parte de la cultura, de las tradiciones y es la forma de vida de muchas familias tradicionales. Incluso sabemos que hay familias musulmanas que, aun viviendo en países occidentales, arreglan el matrimonio de sus hijos. Para mí esto es algo muy difícil de comprender. Que sean tus padres quienes deciden con quién te vas a acostar y levantar todos los días se me hace impensable.

No, no creo que todos los padres musulmanes ejercen su influencia, pero sí es algo que pasa en la gran mayoría de las familias. Se basa en el principio de que el amor nace de la convivencia, de aprender a conocerse y de apreciar las cualidades de sus parejas. La idea del matrimonio es más fuerte que la del enamoramiento, también entre los casamenteros.

 

La novela presenta también escenas muy duras, como ataques terroristas o asaltos al campamento. ¿Te costó mucho escribir este tipo de escenas? ¿Crees que la ideología extremista justifica la violencia?

Nada justifica la violencia, ni mucho menos la violencia contra los derechos fundamentales. Sí, me costó mucho, sobre todo conocer los detalles, encontrar registros, verlos una y otra vez. Fue muy chocante. Pero era necesario.

 

La lucha por los derechos y la educación de las mujeres musulmanas es uno de los temas principales de tu obra, así como el conflicto personal de los ideales de occidente y de oriente y cómo influyen en la visión de dicha educación. Pero hay muchísimas más cuestiones sobre las que indaga la novela. ¿Te atreverías a resumir en una frase la esencia de tu libro?

La educación les dará capacidad para decidir.  Al menos es la aspiración.

 

El título de Remolino de sueños recoge muy bien la esencia de la novela. ¿Por qué decidiste nombrar así al libro?

Precisamente por ello, porque recoge la esencia de la novela. La vida de los refugiados es un remolino, de sufrimiento, de miedos, de pequeñas alegrías y también de sueños que se dibujan en el cielo durante las noches llenas de estrellas. Además, en los arenales siempre hay pequeños remolinos de polvo que se levantan cuando el viento sopla. Simplemente cambié arena por sueños.

 

A pesar de que Remolino de sueños es tu primera novela, esta no es tu primera incursión en la escritura, puesto que escribes poesía, relatos y microrrelatos para diversos blogs, como el de Papeles encontrados, Liberemos las palabras y Círculo dilecto. ¿Qué diferencias has encontrado entre escribir poesía y narrativa? Después de haber indagado en ambos géneros, ¿con cuál de ellos te sientes más cómoda?

Es verdad, escribo ya desde hace tiempo. Primero empezó como un pasatiempo, pero desde el 2018 lo hago de forma más seria. Para mejorar, continúo educándome.  Creo que todavía no puedo decir con qué género me siento más cómoda o cuál prefiero. Me gustan los relatos, tanto como la poesía y la narrativa. Cada uno tiene su encanto. Soy todavía novata como escritora y estoy en un aprendizaje constante. Creo que debo crecer más como escritora profesional para poder decir cuál es el género con el que me siento más cómoda.

 

Continuando con este asunto de la escritura, nos pica la curiosidad: ¿tienes algún otro proyecto en mente? ¿Te gustaría escribir otra novela o te gustaría explorar otros géneros?

Sí, tengo varios proyectos en mente. Tengo una historia que empezó a forjarse en el 2019, primero pensé que serían relatos y ahora creo que será una novela corta. No lo he terminado de definir. Es una historia que también toca un tema social, un tema de minorías envuelto en la búsqueda del amor. Ya les contaré.

 

Antes de despedirnos, nos gustaría dejarte un espacio para que puedas compartir lo que quieras con los lectores.

Pues, en primer lugar, les doy las gracias por llegar a este punto de la entrevista. Espero que haya abierto la curiosidad para leer Remolino de sueños, que busca incrementar la empatía con las niñas y mujeres del Medio Oriente. Pueden conocer más sobre mi libro en mi página web: www.karinaminano.com. También encontrarán una sección con todos los lugares donde pueden adquirir Remolino de sueños. Para mí es importante conocer su opinión sobre el libro, la historia y lo que les produjo. Apreciaría mucho cualquier pregunta o comentario, que también podrán enviar a través de mi página web.

¡Muchas gracias por esta agradable conversación, Karina! Esperamos que tengas muchísimo éxito con tu novela, Remolino de sueños, ya disponible en formato físico y digital.


  • Nombre: Karina Miñano
  • Género: ficción
  • Biografía:Karina Miñano Peña es escritora y marketera digital. Hizo periodismo, trabajó como analista de comunicaciones y como profesora de análisis de mensajes y semiótica de la universidad San Martin de Porres en Lima, Perú. En Holanda, promueve el idioma español; es parte del pull de consejeros del fondo de literatura holandesa donde analiza y recomienda la traducción al holandés de libros de autores hispanohablantes. Karina escribe poesía. relatos, microrrelatos para los blogs: papeles encontrados, liberemos las palabras y círculo dilecto. Actualmente, combina su amor por el marketing con su pasión por la literatura. Su primer poema «Mutilada» ganó el segundo lugar en el concurso para el Día de la Dona (OSC Salt Concurs Poesia, Comarques Gironines Spain en 2019). Su primera novela Remolino de Sueños‘ salió al mercado en junio del 2021.En su etapa universitaria se enamoró de los clásicos, de algunos filósofos y de su manera de ver la vida desde una perspectiva más profunda. Sin embargo, fue Simone de Beauvoir quien le abrió los ojos a las grandes diferencias entre mujeres y hombres que existían en ese entonces y que existen hoy en día. Desde ese momento quiso hacer algo para ayudar al cambio, conseguir la igualdad y equidad que todas y todos necesitamos. Entre muchas cosas entendió que debía usar su talento para ello. Y es por eso por lo que escribe.
  • Redes sociales: Facebook, Instagram.
  • Obra: Remolino de sueños

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Disponible en: Amazon, Agapea, La Casa del Libro, FnacNubico, Binario, Google Play

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