Como editor con más de 20 años en el sector editorial, sigo sorprendiéndome por los errores que se repiten una y otra vez al momento de publicar un libro por cuenta propia y al significado real de una editorial de autoedición. Muchos autores llegan a mí confundidos, frustrados o directamente estafados. Por eso decidí escribir este artículo desde la experiencia, sin tecnicismos ni promesas vacías, solo con la intención de ayudarte a tomar una mejor decisión.
Tabla de Contenidos
¿Qué entendemos por autoedición y por coedición?
Después de más de veinte años trabajando en el sector editorial, sigo viendo cómo se utilizan mal —y se confunden— términos que son clave para entender qué significa realmente publicar un libro hoy. El primero de ellos es autoedición.
En el imaginario actual, la autoedición se ha convertido en una especie de promesa de independencia absoluta: el autor que lo hace todo por sí mismo. Diseña la portada, corrige el texto, maqueta el libro, lo sube a plataformas digitales e incluso intenta promocionarlo. La tecnología ha alimentado esa idea de autosuficiencia, pero la realidad es muy distinta. Publicar un libro en solitario, sin apoyo profesional, no solo es extremadamente complejo: en la mayoría de los casos acaba siendo una experiencia frustrante y poco gratificante.
Aquí es donde entra la coedición, un concepto que sigue generando confusión. La coedición no es otra cosa que una autopublicación asistida o, si se quiere llamar así, una publicación tradicional financiada por el autor. La diferencia fundamental es que el escritor no intenta hacerlo todo solo, sino que delega las tareas editoriales —corrección, diseño, maquetación, producción, incluso acompañamiento en la difusión— en profesionales que saben exactamente qué están haciendo. A cambio, el autor mantiene el control, la gestión y la propiedad total de su obra.
La clave no está en el nombre que se le dé al modelo, sino en entender que las labores editoriales no son accesorias. No lo son hoy, y nunca lo han sido.
Mi experiencia como editor ante los errores más frecuentes
Si tuviera que resumir en una frase lo que más he visto repetirse a lo largo de los años, sería esta: los errores no se cometen por falta de talento, sino por una idea equivocada de cómo funciona el mundo editorial. Y esos errores suelen repetirse siempre en el mismo orden:

1. El primer error: pensar que uno puede hacerlo todo
El error más común es creer que escribir un libro equivale a poder publicarlo bien. No es así. Escribir es solo una parte —importante, sí—, pero solo una parte. La corrección profesional, el diseño de una portada eficaz, la maquetación pensada para la experiencia lectora y la coherencia editorial del conjunto son disciplinas distintas, con técnicas propias y años de aprendizaje detrás.
He visto autores invertir meses, incluso años, en un manuscrito, para luego arruinarlo por intentar ahorrar en aquello que consideran “secundario”. La corrección se convierte en un trámite rápido, la portada en algo “bonito” sin criterio editorial y la maquetación en un conjunto de dibujitos bien alineados. El resultado suele ser siempre el mismo: un libro que no funciona, no porque el texto no lo merezca, sino porque no ha sido tratado como un libro profesional.
Pensar que un autor puede hacerlo todo solo no es una muestra de independencia, sino de desconocimiento del proceso editorial real.
2. Segundo error: crees que no necesitas invertir dinero (y tiempo)
Esta sea, posiblemente, uno de los pensamientos que más daño que generado en el mundo editorial desde que el mundo es mundo: y es la penosa idea de pensar que el arte, por sí mismo, basta. Que eres tan bueno que harás tu libro y lo publicarás en plataformas gratuitas y todo el mundo irá corriendo a comprarlo, sin importar si fue corregido profesionalmente y tantas cosas mas… FALSO, todo producto, por muy cultural que sea, necesita de instancias de manufacturas realizadas por personas: lo que antes lo ponía la editorial ahora lo debes poner tú.
Las editoriales no trabajan por amor al arte: invierten dinero y tiempo en ofrecer un producto de calidad a su público ¿Por qué crees que eso ha cambiado? Me vuela la cabeza la cantidad de autores que arrancan la conversión con estas ideas y mi respuesta es siempre la misma: «Si tú crees que existe la más mínima posibilidad de hacer un libro gratis y venderlo es que no has entendido nada…», frase que termina en una sentencia honesta: «lo siento, pero sino tienes dinero, no publiques tu libro».
3. El tercer error: pensar que publicar es suficiente
El segundo gran error llega justo después: creer que, una vez publicado el libro, el trabajo está hecho. Nada más lejos de la realidad.
La historia editorial demuestra que el gran problema nunca fue imprimir libros, sino hacer que lleguen a los lectores. Esto no es algo nuevo. Ya en el siglo XIX la difusión era el verdadero cuello de botella, y hoy sigue siéndolo, aunque adopte otras formas.
Publicar un libro en Amazon no garantiza absolutamente nada. Lo veo constantemente: autores que, tras publicar, esperan que las ventas lleguen solas. Cuando eso no ocurre —porque casi nunca ocurre— aparece la frustración. Al cabo de un año, el libro deja de promocionarse, el autor abandona la escritura y pasa a otra afición más.
Por eso siempre digo lo mismo, aunque muchas veces no quieran escucharlo: olvídate de Amazon, olvídate de la portada, olvídate incluso de la maquetación durante un momento. Todo eso tiene que estar bien, por supuesto, pero no es lo más importante. La única pieza verdaderamente decisiva es la difusión. La hagas tú de forma creativa o la delegues en profesionales, sin una estrategia de visibilidad el libro no existe.
4. El cuarto error: confiar en sellos vacíos o falsas editoriales
El tercer error es quizá el más delicado, porque suele ir acompañado de ilusión. Muchos autores confunden editoriales de coedición con simples imprentas que han decidido reconvertirse en “editoriales” porque han visto un nicho de mercado. Cambian el discurso, crean premios internos, utilizan nombres de sellos que suenan grandes… pero el fondo es el mismo: vender servicios sin una verdadera visión editorial.
Aquí mi recomendación es siempre clara:
- No te fijes en el tamaño del nombre, ni en supuestos premios, ni en promesas futuras de publicar con grandes grupos. En la coedición no existen los premios honestos: son ganchos comerciales. Lo que sí existe es el trabajo bien hecho.
- Revisa catálogos reales. Pide ejemplos concretos de acciones de marketing. Solicita informes de impacto. Pregunta en qué ferias han estado, qué experiencias reales ofrecen a sus autores. La innovación, la dedicación y el prestigio editorial no están hoy en las grandes multinacionales, sino —como ha ocurrido siempre— en pequeñas y medianas editoriales que trabajan con compromiso real.
Elegir mal en este punto no solo afecta a un libro: puede marcar para siempre la relación de un autor con la escritura.
E D I T O R I A L | T R E G O L AM
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¿Qué haría yo si tuviera que publicar hoy mi primer libro?
1. ✅ Buscaría calidad editorial, no marketing de fachada
Una de las primeras cosas que haría sería analizar con lupa la calidad editorial real de quien me ofrece servicios. No me interesaría la cantidad de premios que dicen haber ganado, ni las cifras infladas de “más de 1000 autores publicados”, ni los testimonios ambiguos. Buscaría indicios claros de que esa editorial o empresa cuida lo esencial: la corrección, la maquetación, el diseño de portadas y, sobre todo, la calidad de lectura del libro final.
Revisaría sus catálogos y pediría ejemplos concretos. ¿Qué libros han publicado? ¿Cómo se ven, cómo se leen? ¿Están realmente corregidos o solo maquillados? ¿Se nota un trabajo editorial detrás o solo una cadena de producción con diseño automatizado y textos sin pulir?
En un mercado saturado de sellos que se hacen llamar editoriales pero que funcionan como meras imprentas con nombres bonitos, distinguir la calidad del envoltorio es esencial. Y créeme: se nota.
2. ✅ Pediría pruebas reales de lo que se ofrece
No me bastaría con una promesa general de “hacemos marketing” o “difundimos tu libro”. Pediría ejemplos reales de campañas anteriores, informes de impacto, casos verificables. ¿Dónde aparece el autor que contrató el servicio? ¿Cuántos impactos consiguió? ¿Hubo reseñas en medios literarios? ¿Participó en alguna feria, fue entrevistado, vendió algo?
Si no hay casos reales, si todo es humo, si todo se basa en “te incluiremos en nuestras redes” y “te enviaremos informes cada mes”… entonces, no. Hoy diría que no.
3. ✅ Priorizaría el acompañamiento y la difusión, no solo el diseño
Diseñar una buena portada, maquetar bien o registrar la obra son pasos técnicos. Importantes, sí. Pero casi nunca son el problema. La gran mayoría de autores con los que he trabajado se frustran después de publicar por una sola razón: nadie les dijo que, si no se difunde el libro, no pasará absolutamente nada.
Por eso, si hoy empezara desde cero, buscaría una editorial que no solo me ofreciera servicios técnicos bien hechos, sino que me acompañara durante todo el proceso. Que me explicara cómo se mueve un libro, cómo se genera interés en torno a una obra, cómo se consigue que alguien más allá de tus familiares sepa que has publicado.
Es ese acompañamiento —real, estratégico, personalizado— el que marca la diferencia entre una publicación más que queda en el olvido y una experiencia editorial de la que sentirse orgulloso.
¿Qué editoriales de autoedición existen en España?
En estos más de veinte años en el mundo editorial he visto nacer, crecer y desaparecer decenas de editoriales de autoedición. Algunas han evolucionado hacia modelos sólidos y profesionales, otras, lamentablemente, siguen operando más como imprentas camufladas que como verdaderas editoriales.
Por eso creo que más importante que dar un listado —que puede quedar obsoleto o convertirse en publicidad encubierta— es ayudarte a entender qué tipos de editoriales de autoedición hay en España y cómo distinguir las que valen la pena.
Tipos de servicios que ofrecen
Podríamos dividirlas en tres grandes grupos:
- Editoriales de autoedición reales, que ofrecen un proceso editorial completo: lectura profesional, corrección, diseño, maquetación, acompañamiento legal (ISBN, depósito legal) y estrategias de difusión. Estas son las que realmente trabajan codo a codo con el autor para que el libro llegue con calidad al mercado.
- Plataformas o imprentas online, que se limitan a imprimir o subir tu libro a Amazon sin ninguna revisión ni valor añadido. Suelen tener precios atractivos, pero lo que ofrecen es exactamente eso: una publicación en solitario, sin equipo, sin criterio y sin garantías.
- Editoriales de coedición con catálogo y presencia pública, que seleccionan obras, trabajan bajo estándares editoriales, permiten al autor participar y decidir, y además apuestan por una experiencia real de autoría: ferias, prensa, redes, etc. Este es el tipo de editorial que yo recomendaría a cualquier escritor que empieza o que busca crecer.
- Editoriales multinacionales (como Planeta o Random House) que camufladas en otros nombre pero respaldadas, comercialmente, por su fama, intentan meter un pie en el mercado de la coedición, prometen que si tu obra es buena darás el salto a alguno de los sellos de estas corporaciones. Es mentira, pero son los que más autores caen.
Qué debes observar antes de decidirte
- Catálogo: ¿Publican de todo o tienen una línea coherente? ¿Sus libros están bien editados? ¿Están a la venta y visibles en librerías online, o solo en su web?
- Proceso editorial: ¿Te explican quién corrige tu obra? ¿Tienen diseñadores de verdad o usan plantillas? ¿Puedes hablar con personas reales o solo hay formularios automáticos?
- Difusión: ¿Qué hacen una vez que tu libro está publicado? ¿Tienen ejemplos reales de campañas, entrevistas, reseñas o presencia en medios?
- Duración y calidad del acompañamiento: Muchas empresas se esfuman cuando entregan los ejemplares. Una editorial seria te acompaña antes, durante y después.
- Experiencia del equipo: busca nombres, referencias, trayectoria. Hoy en día cualquiera puede crear una editorial en cinco minutos, pero no cualquiera puede editar con criterio.
Preguntas frecuentes sobre la autoedición y la coedición
¿Cuál es la diferencia entre autoedición y coedición?
Es una de las confusiones más comunes. Autoedición implica que el autor asume todo el proceso: corrección, diseño, publicación y promoción, bien por su cuenta o contratando puntualmente algunos servicios. Coedición, en cambio, es un modelo donde una editorial profesional asume esas tareas, pero el autor asume parte del coste. Es decir, pagas, sí, pero también delegas el trabajo en especialistas que te acompañan. No es lo mismo imprimir un libro que publicarlo con criterio editorial.
¿Puedo autopublicar sin editorial?
Sí, técnicamente puedes. Plataformas como Amazon KDP o Lulú permiten que publiques tu libro tú mismo. Pero la pregunta real es: ¿deberías? Si no tienes conocimientos de corrección, diseño, maquetación ni marketing, lo más probable es que el resultado sea poco profesional. Autopublicar sin editorial es posible, pero rara vez recomendable, salvo que lo hagas como experimento o sin expectativas reales de venta o visibilidad.
¿La autoedición es válida para todos los géneros?
Sí, cualquier género puede autopublicarse. Pero no todos se comportan igual en el mercado. Por ejemplo, la autoayuda, la novela romántica o el thriller suelen tener más salida en plataformas como Amazon. En cambio, géneros como el ensayo literario, la poesía o el libro infantil requieren un tratamiento mucho más cuidado, tanto a nivel de diseño como de público objetivo. Y ahí una editorial especializada marca la diferencia.
¿Cuánto cuesta publicar con una editorial de autoedición?
Depende. Y mucho. Hay presupuestos desde 300 € hasta más de 3000 €, y lo que determina la diferencia es la calidad y profundidad del servicio. No es lo mismo un «pack básico» con subida a Amazon que una edición completa con corrección, diseño, distribución y campaña de comunicación. Lo importante es saber qué incluye cada presupuesto y si se adapta a tus objetivos reales como autor o autora.
A modo de sencilla conclusión: busca una editorial de autoedición que te haga crecer como autor o autora
Después de más de veinte años trabajando en el sector editorial, te puedo decir algo con total claridad: publicar un libro no es difícil (incluso es fácil), lo difícil es hacerlo bien. Y lo verdaderamente difícil es conseguir que ese libro llegue a sus lectores.
Y eso solo se consigue trabajando con gente que crea en tu obra, que trabaje pensando en ella y que sea realista: no ha nada más dañino que las falsa promesas.
Autoeditar o coeditar no es una decisión trivial. No lo es porque detrás hay ilusión, esfuerzo y, muchas veces, dinero que nadie te va a devolver. Por eso insisto en que elijas con criterio, sin dejarte seducir por promesas huecas ni nombres de editoriales rimbombantes.

