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Reseña de «Red de sombras», de Áurea L. Lamela

Áurea L. Lamela tiene todavía muchas historias que contar, infinitos y truculentos casos por resolver. La autora lucense vuelve a revivir a su ciudad para hacerla partícipe de una nueva trama criminal, la que se desarrolla en la emocionante y compleja Red de sombras. Se trata de una nueva novela policíaca que continúa las investigaciones de su ya consagrado detective Zalo Alonso, quien no deja de recibir la inestimable ayuda de la forense Carmela Archer. La historia se desarrolla, como ya hemos dicho, en la bellísima ciudad de Lugo, algo habitual en la literatura de esta autora. El escenario perfecto para contrastar (o potenciar) el enigma que rodea dos crueles y extrañas muertes.

Porque así empieza todo, con el descubrimiento de dos cuerpos cuya muerte es, aparentemente, inconexa. Se trata del psicólogo Rafael Parga y del juez Robles, ambos identificados más tarde como los protagonistas de un proceso judicial, la Operación Oliver, que buscaba acabar con una trama de robo de bebés. Si bien hubiera podido tratarse de una venganza por parte del acusado, el desconcierto se instala desde el momento en el que conocemos que este ha sido el primero de los dos en morir, y con una nota de despedida entre sus manos.

Así, las excepcionales circunstancias en las que se producen sus muertes es lo que lleva a Carmela Archer a investigar más en profundidad. Se iniciará de esta forma una truculenta historia que mantendrá en vilo a todos sus protagonistas, los cuales se verán envueltos en el desconcierto absoluto según más y más personajes se vayan añadiendo a los hechos. Porque la acción coral de la novela es una de las herramientas clave para considerar Red de sombras una verdadera joya literaria, a la que le sobran méritos para adscribirse con orgullo bajo el género al que busca honrar.

Pero esta complejidad no solo se muestra en la psicología desbordante y bien estructurada que ha conseguido construir en cada uno de los personajes que ha creado, sino que ha ido un paso más allá y se ha atrevido a jugar con la línea temporal de la novela, cual galimatías posmoderno que busca en el lector una mirada voraz y competente. De esta forma, Zalo Alonso tiene que hacer frente a ese cruce de historias que unos y otros sospechosos le hacen llegar, y a los ecos de un pasado que todavía vive de forma estruendosa. “Es una novela complicada”, dice la autora, “porque trato temas muy complejos (…) Quien que viva en España o en nuestro medio no sabe de niños robados, de jueces prevaricadores o corruptos, del acoso y derribo de la prensa tergiversando la verdad para vender, de vulnerar la presunción de inocencia, de la trata y la prostitución. Articular la relación de estos temas la hace de por sí ya complicada”.

¿Estarán entonces Zalo Alonso, Carmela Archer y su equipo preparados para desembrollar este enigma? Fácil no les resulta, desde luego, pues los culpables parecen contar también con una inteligencia digna de los más astutos criminales. No en vano la autora, que es psiquiatra de profesión, ha exprimido todo su conocimiento para dar vida propia a cada uno de sus personajes. “Mi profesión me ayuda a conocer el alma humana, las pasiones, la codicia, y a saber cómo buscamos justificaciones a nuestros actos por más reprochables o dañinos que sean”, comenta a este respecto.

Asimismo, Lamela ha sabido jugar muy bien una interesante baza: ha fundido la realidad en la ficción para generar un interesante contraste. Sara, la esposa de Zalo Alonso, cumplirá un papel fundamental en los avances de la investigación, pues su conocimiento sobre la literatura detectivesca se pondrá al servicio de la realidad más increíble desde la ficción más surrealista. Un guiño elegante, sin duda, a todo un género literario centenario que muchas veces, en nuestro mundo, se queda corto. Consigue así la autora componer una fiel representación de este consagrado género, pero también le otorga la emoción de una actualidad que ha adaptado con pluma de oro y que dibuja una realidad tremendamente cercana tanto para nosotros como para los vívidos investigadores de la narración.

Tampoco escapa esta novela a un fenómeno cada vez más relevante en todos los ámbitos de nuestra vida: el empoderamiento de la mujer y el desempeño de profesiones en las que, por fin, se reconoce su valía intelectual. Es encomiable la forma en que la autora presenta a los personajes femeninos de la historia, entre los cuales se pueden destacar a las ya mencionadas Sara y Carmela Archer. Áurea L. Lamela ofrece así un elenco de mujeres protagonistas poderoso cuyas cualidades brillan por méritos propios, y esto ayuda a derribar aquellos clichés de género que todavía hoy en día se siguen perpetuando a través de distintos medios. Además, esto también se relaciona con uno de los temas fuertes del libro, la trata y la prostitución, y la forma en que la autora ataca frontalmente el paternalismo misógino de aquellos que fomentan un negocio cruel y deshumanizador disfrazado de caridad. A través de la historia de otro importante personaje, Noelia, se hace hincapié en la importancia que la ética cobra en este libro, pero Lamela ha sabido recurrir a los recursos de los grandes narradores para perfilar una problemática que solo el lector será capaz de resolver. Esto le empuja a realizar un cuestionamiento de lo que le rodea, fundamentalmente en materia de género, pues la violencia que emerge de las distintas tramas que conforman el libro ofrece una rica crítica a ese prisma neoliberal actual de la política española e internacional.

Red de sombras es mucho más, pero para descubrirlo tenéis que acercaros a sus páginas. Os hemos dado buenas razones para comenzar, pero os sobrarán para continuar como uno más en tan intricada investigación. Áurea L. Lamela ha condensado sus influencias, su conocimiento y su experiencia como escritora en un nuevo libro, un volumen con presencia que guarda un desenlace emocionante. Pero en el camino sentiréis ese tira y afloja entre el bien y el mal, entraréis en una dialéctica confusa que os lanzará a una y otra aparente solución, pero sobre todo os daréis cuenta de que nuestra realidad no se encuentra tampoco desprovista de huidizas y peligrosas sombras que, en ocasiones, tienen más poder de lo que creemos.

 


  • Nombre: Áurea L. Lamela
  • Género: novela policíaca
  • Bio: Áurea L. Lamela (Lugo, 1959) es psiquiatra y escribe novelas policíacas. Durante su juventud, mientras estudiaba Medicina, escribió cuentos y poesía que no llegó a publicar ni a intentar publicar. Una vez en el ejercicio de su profesión de psiquiatra dejó a un lado la literatura, pero siguió siendo una lectora empedernida. Se dedicó a la psiquiatría y publicó artículos científicos en revistas especializadas, así como su tesis doctoral, y obtuvo varios premios de investigación. En 2008 decide retomar su vocación literaria y empieza a escribir su primera novela, tras la cual seguirán tres más. También es autora de varios relatos policíacos y de misterio. En el verano de 2009 realizó un curso de verano de novela negra en la UIMP impartido por Donna Leon. Y en 2010 sobre Chejov, impartido por Elvira Lindo.Sus referentes de novela policíaca son Ruth Rendell y Donna Leon. Además, es admiradora de H. Manckell, Petros Markaris, Louise Penny y un largo etcétera. Es lectora y admiradora de clásicos de la novela del siglo XIX (Henry James, Charles Dickens, George Elliot, Willa Cather, Dostoievski, Leo Tolstoi, Galdós y Pardo Bazán).Sus novelas Nadie Sabía (2012), Buena gente (2014) y Sin criterio(2016) tienen los mismos protagonistas: el inspector Zalo Alonso y la forense Carmela Archer. La mujer del inspector, Sara, es una aficionada a la novela policíaca y tiende a opinar de las investigaciones de su marido desde la ficción. Se desarrollan en una ciudad de provincias tan apacible desde fuera como convulsa por dentro y representativa de las ciudades de provincias de nuestro medio.En una ciudad así ejerce como profesional de la psiquiatría tanto en la Sanidad Pública como privada, y colabora ocasionalmente en diferentes medios con ensayos y relatos. Hace una colaboración semanal en Onda Cero Lugo con el espacio O paraugas, sobre psiquiatría y ficción (cine o literatura). También colabora con un artículo mensual en Ciudad Real Digital; son de difusión científica de psiquiatría y de literatura policíaca.En 2018 obtuvo el segundo premio de relatos El asesino no es el mayordomo convocado con Editfussion con el cuento «Vi morir a mi novia». Y otro relato fue seleccionado, «En la casa rural».  Ambos fueron incluidos en la I antología de relatos de misterio.Red de sombras (noviembre 2018) es la cuarta novela que publica.
  • Libro: Red de sombras

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Disponible en: Amazon Casa del Libro

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